Noticia: un grupo de ancianos de un pueblo de la Provincia de Madrid, (no recuerdo el nombre), son entrevistados en televisión, en un magacín vespertino, por una intrépida y dicharachera reportera que se desplaza hasta allí al enterarse que estos ciudadanos se han quedado sin tele por el apagón analógico. La vida rural, qué dura. La reportera encuentra carnaza informativa y empieza a tirar de la lengua a los habitantes del susodicho, básicamente todo personas muy mayores. Están indignados, como no podría ser de otra forma, con eso del apagón se quedan sin ver el parte y el entretenimiento de las tardes porque de eso de la Tedeté, nada. Son gente de escasos recursos, difíciles comunicaciones y mucho ocio que llenar. Qué es o que tiene que ver esto con la Administración Local nos podemos preguntar. Pues sí, mucho, premio muñeca andadora para quien lo adivine. El culpable de que los vecinos no vean la tele, al decir de ellos mismos, es el Ayuntamiento del pueblo, que al parecer tiene que instalar una antena. Contesta la intrépida que ya le ha preguntado al Sr. Alcalde y éste le ha dicho que eso cuesta mucho dinero y que el Ayuntamiento no puede, que no tiene un duro. No es que no quiera, es que no puede.
Desconozco si el bueno de ese Alcalde conoce la Ley de Bases, supongo que sí, o al menos la intuye. Me quedo pensando en qué apartado de qué artículo se recoge como competencia local que el Ayuntamiento debe proveer servicios de televisión digital a sus vecinos. Ah, sí, es el artículo 25, eso de que “El Municipio, para la gestión de sus intereses y en el ámbito de sus competencias, puede promover toda clase de actividades y prestar cuantos servicios públicos contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal.” Eso de la satisfacción de intereses y eso de las aspiraciones puede llevar muy lejos. Toda una estupenda concreción que si por un lado permite actuar en todo, por otro permite también recibirlas todas.
Cuánta verdad tenía quien dijo eso de que el Ayuntamiento es la administración más cercana al ciudadano. Curioso, si uno teclea en San Google la frase literal entre comillas “el Ayuntamiento es la administración más cercana al ciudadano”, salen 311 resultados que contienen la expresión exacta, cuando se publique este post, 312. Encuentro entradas de munícipes que dicen frases como “El Ayuntamiento es la administración más cercana al ciudadano, tenemos que hacer frente a muchas competencias que yo entiendo deberían ser de otras administraciones pero que asumimos por vocación de servicio al ciudadano y eso conlleva aceptar el gasto de las mismas.” Está claro que tanto vecinos como regidores dan por sentado que el Ayuntamiento es como un padre para una niña de tres años, lo puede todo, bajar la luna. Y de ahí a las tantas veces nombradas competencias impropias no hay nada. Y de ahí, a la ruina caracolera –con perdón- de los pequeños Ayuntamientos, tampoco. Encuentro bellas expresiones incluso en el Congreso, cuando un Diputado de Entesa Catalana de Progrés le dice (habla de actos vandálicos) al Ministro de turno que “En segundo lugar, el ayuntamiento debe intervenir. Parece, evidentemente, una conclusión lógica de lo anterior, teniendo en cuenta además que el ayuntamiento es la administración más cercana al ciudadano, y podríamos decir, por tanto, que es la administración que tiene cara concreta y nombre conocido.” Estupendo, el Ayuntamiento “tiene cara concreta”. Las Comunidades Autónomas, Diputaciones Gobierno Central, son entes abstractos y virtuales al parecer.
Y volviendo al tema, el Ministerio de Industria dice que eso de la TDT (parece el nombre de un explosivo) es un salto cualitativo tremendo en cuanto al nuevo modelo de televisión. Para escenificar el asunto, sale el Ministro el día D, Hora H del apagón (aunque tienen que modificar la fecha de la escena porque es día de fiesta) en Boevisión Española apretando un botón rojo que representa el apagón analógico. Sonrisas, aplausos. Y flap, en el pueblo de marras dejan de ver Amar en tiempos revueltos, el Parte y Pasapalabra. Dicen que con la TDT se va a poder interactuar, que se van a poder elegir los programas a la carta, ver películas con subtítulos y no sé cuántas cosas más. Pero de momento, los abuelos del pueblo le dan al botón de ON de la tele y no se ve nada. Y eso que se habían comprado el descodificador.
Bueno, todo tiene su lado positivo, quizás los vecinos retornen a la charla en el carasol de la plaza que diría Sender y retomen la transmisión oral de los sucedidos de los últimos tiempos.
Ignacio Pérez Sarrión
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