miércoles, 15 de febrero de 2012

No es una reforma laboral; parece un ‘atraco’ masivo

La reforma laboral es, en efecto,“extremadamente agresiva”, según ya advirtió hace unos días el ministro de Economía, Luis de Guindos, aquel alto cargo de Lehman Brothers, centenaria compañía financiera norteamericana, que fue el epicentro de la crisis económica internacional y que se hundió poco después.
Pero sucede que esta reforma no es que sólo sea “extremadamente agresiva”, sino que -para ser más precisos- da la impresión de que se trata de un atraco masivo del que pronto pueden ser víctimas millones de ciudadanos. No exageramos. La realidad supera incluso la “agresividad” difundida por Guindos.
Todo el poder para las empresas
La clave de semejante reforma -o mejor, contrarreforma- se resume del siguiente modo: todo el poder para las empresas y casi ninguno para los trabajadores. Las empresas podrán modificar la “cuantía salarial” para así ganar competividad. El despido en la práctica será libre. Los empresarios tendrán así, con más fuerza, la sartén del despido por el mango.
Los objetivos del neoliberalismo
Los objetivos del neoliberalismo sin rostro humano, que son al fin y al cabo los de Mariano Rajoy y sus más estrechos colaboradores, se van cumpliendo de manera inexorable, desde la desaparición de relevantes derechos civiles al empeoramiento de la situación económica de los españoles.
El Estado del Bienestar, una antigualla
Para algunos depredadores, el Estado del Bienestar debería ser desmantelado, aunque digan lo contrario. Es una antigualla molesta –arguyen los atracadores- a la que habría que ocultar en el desván con otros trastos viejos. De puertas afuera, Rajoy dice una cosa y hace, sin embargo, otra. Mentía cuando, en la campaña electoral, proclamaba que no subiría los impuestos.
La palabra de Rajoy, devaluada
Mentía también cuando –asimismo en campaña- iba repitiendo que su Gobierno no facilitaría ni abarataría el despido. Su palabra está devaluada. No transmite confianza a la ciudadanía. Lo que trasmite ahora son órdenes para sacarles dinero a los currantes, cada vez más atrapados por la crisis. Y encima, desde las tribunas del Gobierno popular, se va insinuando -con claridad evidente- que la reforma tampoco contribuirá a crear empleo. El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, subraya con razón que el decreto laboral “va a provocar la destrucción de empleo por el abaratamiento del coste del despìdo”. La única verdad, Rajoy la pronunció casualmente al decir que la reforma laboral le iba a costar una huelga general.
Activista año 1854, según Dickens
El proceso huelguista parece bien enfocado por UGT y CCOO. Movilización ascendente de marchas por toda España hasta desembocar -si el Gobierno no cambia el decreto- en la huelga general. Proponemos, desde ELPLURAL.COM, en el bicentenario de Dickens, que los atracados hagan suyo lo que el gran escritor inglés, tan sensible a las injusticias sociales, en pleno auge del capitalismo salvaje, puso en boca de un activista el año 1854: “Yo os digo que ha llegado la hora que nos unamos los unos con los otros para formar una unidad poderosa, y que reduzcamos a pulso a los opresores que durante tantos años han engordado a costa de los restos de nuestras familias, del sudor de nuestra frente y del trabajo de nuestras manos (…) ”.
Enric Sopena

No hay comentarios:

Publicar un comentario