Curiosidades de este Ayuntamiento. Articulo publicado en Diario Sur
14.12.09 - 02:31 -
JUAN CANO jcano@diariosur.es MÁLAGA.
El 5 de noviembre, el 112 recibió una inquietante llamada. Un excursionista se había perdido en la sierra de Alhaurín. Sin embargo, no se halló ni rastro de él después de tres días buscándolo por el campo. La Guardia Civil investigó la llamada y descubrió que se hizo desde un teléfono sin uso a nombre del jefe de Protección Civil. Todo parece ser una venganza.
Una operadora del 112 recibió la llamada. Era una petición de auxilio. Un hombre había empezado a subir la sierra de Alhaurín de la Torre, pero se le hizo de noche y se perdió en medio del campo. Según dijo, tenía los brazos heridos y estaba cansado. En ese momento se cortó la comunicación. La telefonista intentó devolverle la llamada, pero ya no había señal. Y no volvió a haberla.
El servicio de emergencias dio la voz de alarma poco después de las 22.00 horas del 5 de noviembre. Efectivos de Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil del municipio alhaurino salieron esa misma noche en busca del senderista. Recorrieron el paraje de Tiro Pichón en sus vehículos con las sirenas y las luces prioritarias encendidas para hacerse ver. Pero no hallaron ni rastro de él el primer día.
En los rescates, las horas juegan siempre en contra el desaparecido. A la mañana siguiente reanudaron la búsqueda con un vasto despliegue de medios al que se sumaron guardias civiles de toda la comarca del Guadalhorce, varios agentes del Grupo de Rescate (GREA) e incluso el helicóptero de la Benemérita. Entre sesenta y setenta personas se echaron al campo para intentar localizar al senderista.
Después de tres días de batida, en los que se peinó buena parte de la sierra de Alhaurín, se levantó el dispositivo. La Guardia Civil empezó a dudar de la autenticidad del mensaje y se dispuso a investigar la llamada. Al comprobar el número de móvil desde el que se había realizado, los agentes descubrieron que el titular del teléfono era el actual jefe de Protección Civil del municipio, Manuel Guerado, quien además participó activamente en la búsqueda del excursionista.
«La Guardia Civil me llamó el sábado a mediodía y me pidió que fuese al cuartel. Al llegar, uno de los agentes me preguntó: '¿Hay alguien que te quiera mover la silla'?», relata el responsable del grupo de voluntarios de Alhaurín de la Torre. «Luego me explicó que habían localizado la llamada y que se había realizado desde un teléfono que estaba a mi nombre».
Guerado no recuerda haber usado nunca esa línea. El pasado verano, dice, se le rompió el móvil que usaba, así que compró un pack en una tienda que incluía un teléfono y una tarjeta con un número nuevo. Sólo le hacía falta el terminal, por lo que dejó la caja (con la tarjeta dentro) en su despacho, que estaba situado en una esquina de una sala común en la antigua sede de Protección Civil.
Acceso restringido
«En aquella época había más de cuarenta llaves de la agrupación repartidas por el pueblo... Cualquiera pudo haber cogido la tarjeta, aunque no me cuadra que ninguno de mis compañeros pueda llegar a hacer algo así», sostiene. En el edificio nuevo, que se inauguró el 2 de octubre, el control de acceso está más restringido.
Los investigadores manejan la hipótesis de que la persona que telefoneó aquella noche al 112 no era un senderista perdido, que al parecer nunca existió. Piensan que la hizo un enemigo de Guerado, alguien que quería vengarse de él. «No tengo ni idea de quién ha podido ser, aunque yo me siento moralmente responsable de lo que ha ocurrido, porque mi obligación era haber guardado la tarjeta. Lo único que quiero es que no salga perjudicado el nombre de la agrupación», concluye.
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