Hoy el presidente del Observatorio del Trabajo Autónomo de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), José Barea, pidió la congelación de la totalidad de las retribuciones de empleados públicos durante cuatro años. El Servicio de Estudios del BBVA pedía, hace dos meses, que el salario de los empleados públicos volviese a niveles de hace una década. El presidente de la patronal CEOE, Díaz Fernán, hacía unas declaraciones públicas en las que manifestaba que “en España sobran funcionarios”. Todo apunta a que los gurús de la economía de mercado tienen claros los caminos para solucionar la crisis y apuntan claramente a un colectivo. Los empleados públicos.
Para hacer frente al déficit, por ejemplo, el gobierno puede reducir el gasto del Congreso en regalos navideños, cerca de 160.000 euros. Más de 10.000 cargos públicos reciben regalitos por esas fechas, un gasto cercano a los 2,2 millones de euros. El salario de unos 1.500 conserjes.
La retención de las nóminas de los diputados y senadores es sólo del 4,5%. ¿Porqué no incrementar las retenciones como a todo hijo de vecino? Con sus salarios, seguramente las retenciones deberían superar el 20%.
Los senadores cuentan aproximadamente con 1,7 millones de euros al año para gastos de teléfono. ¿Y si llaman con su teléfono como hacemos todos? Seguro que no gastan tanto. El salario de unos 1000 administrativos.
Los diputados pueden utilizar a su antojo con cargo a las arcas del Estado aviones, trenes o barcos. Disponen de unos 5.000.000 de euros al año para viajes. El salario de más de 3.000 auxiliares administrativos.
Si se pagasen el transporte al trabajo, el teléfono, no se hiciesen regalos con nuestro dinero y la retención en la nómina fuera la correspondiente, posiblemente, reduciríamos el déficit más que congelando el salario a los empleados públicos.
Si lees el libro “La Casta”, que conste que no es publicidad, seguramente te darás cuenta de que se puede reducir mucho, pero que mucho más.
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