martes, 13 de julio de 2010

Las Administraciones Públicas dispondrán de un plazo máximo de 30 días para saldar sus deudas

Las Administraciones Públicas, que tienen pendiente de pago un total 38.000 millones de euros a las empresas, dispondrán desde 2013 de un plazo máximo de 30 días para saldar deudas con sus acreedores y desde este miércoles comenzará el plazo para adaptarse a los criterios de la nueva norma. El ICO insuflará crédito a los ayuntamientos para que puedan hacer frente a estos pagos en el periodo máximo estipulado.
El pasado miércoles 7 de julio entro en vigor la Ley de Morosidad, que reduce los plazos de pago a proveedores y fija unos plazos máximos de 60 días para los pagos de empresas a sus proveedores y de 30 días en el caso de la Administración, con un periodo de adaptación en ambos casos que se extenderá hasta 2013.
La norma, publicada el martes 6 en el Boletín Oficial del Estado (BOE), obliga al Gobierno a articular a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) una línea de crédito directo dirigida a ayuntamientos con el fin de que puedan pagar sus deudas con empresas y autónomos y elimina la posibilidad de que las empresas negocien plazos superiores de pago a los fijados por la ley, informa Europa Press.
El periodo transitorio para que las administraciones públicas reduzcan su límite de plazo se extiende hasta 2013, con una escala de 50 días para este año, 50 para 2011, 45 para 2012 y 30 días desde el 1 de enero de 2013.
Empresas privadas
En el caso de las empresas privadas, cuya deuda con sus proveedores se sitúa en 60.000 millones de euros, el período transitorio también se extiende hasta 2013, de forma que desde la entrada en vigor de la ley y a lo largo de 2011 el plazo será de 85 días, de 75 en 2012 y de 60 días ya a partir del siguiente año. Quedan excluidos de estos plazos el sector de la alimentación y los productos perecederos, que estarán obligados a pagar en 30 días en todos los casos.
Las constructoras de obra pública contarán con plazos distintos para rebajar el plazo máximo de pago de facturas a sus subcontratistas y proveedores, que actualmente supera los cien días. Estas compañías podrán pagar a 120 días desde hoy hasta el 31 de diciembre de 2011. El año que viene, este plazo deberá rebajarse a 90 días, para fijarlo en los 60 reglamentarios en el ejercicio 2013.
La ley también habilitará al Gobierno para determinar un "régimen especial" de pagos para el sector del libro que tenga en cuenta las "especiales circunstancias" de este sector en relación a los ciclos de explotación, la rotación de 'stocks' y el específico régimen de depósito de libros. Además, establece que las empresas informen en su memoria de cuentas anuales sobre los plazos en los que abonan las facturas a sus proveedores.
La nueva norma persigue equiparar los plazos de pago con los que se registran en otros países de Europa y aumentar así la competitividad de las empresas españolas, ya que en la actualidad, la Administración tiene pendientes de pago con las empresas por un monto total de 38.000 millones de euros, mientras que, de su lado, la deuda de las empresas.
Expansión.com

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