Según los últimos datos de Ejecución Presupuestaria disponibles, el gasto del Estado destinado a pagar el sueldo de los empleados públicos temporales avanzó un 5% hasta mayo, lo que sugiere que el Ejecutivo sigue apostando por emplear a más trabajadores en vez de mejorar la productividad de los funcionarios.
Esta partida no es la que tiene más peso en los gastos de personal –ya que se destinan más de 40 millones de euros al año a nivel estatal–. Sin embargo, a esto habría que sumar las destinadas a pagar al “personal laboral” u “otro personal”, que dispararían aún más la factura. Lo cierto es que si sigue aumentando al ritmo actual en el conjunto de las administraciones podría hacer peligrar el objetivo de estabilidad presupuestaria que marca Bruselas, y que obliga a Zapatero a reducir el déficit público del 11,2% al 3% del PIB de aquí a 2013.
Además, los sindicatos de funcionarios no están de acuerdo con que se siga contratando a más personal mientras que a ellos se les ha rebajado por decreto su sueldo un 5% de media. La mayoría de los analistas, aunque sí ven con buenos ojos los ajustes impulsados, consideran que serán necesarias medidas adicionales para arreglar el desequilibrio presupuestario.
En cambio, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, sí que está tratando de controlar el excesivo desembolso registrado durante la crisis para pagar las nóminas de los altos cargos, aunque por ahora los esfuerzos no logran paliar el despilfarro de los últimos años: los pagos destinados a pagar las nóminas de los ministros se han reducido un 2% hasta junio. No obstante, desde que estalló la crisis económica esta partida se había disparado un 8,6% y llegó a superar los 84 millones de euros.
Pero el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero no es el único que está recurriendo a los trabajadores eventuales para tapar los agujeros de la Administración. Los alcaldes dispararon el gasto en esta misma partida un 26,5% entre 2007 y 2009 hasta los 233,4 millones de euros. El aumento fue sólo del 12,7% en sólo un año. Si este incremento no cesa, el recorte de los salarios públicos del 5% de media podría resultar insuficiente para acabar con los números rojos.
Altos cargos
Los ediles tampoco han sido ejemplo de austeridad a la hora de fijar sus propios sueldos y los de sus concejales. Según el presupuesto consolidado de las entidades locales que recoge el Ministerio de Economía y Hacienda, en los dos peores años de la crisis los responsables locales dispararon esta partida –y, por lo tanto, sus retribuciones– hasta los 445 millones de euros, un 20,5% más que en 2007.
Los ediles tampoco han sido ejemplo de austeridad a la hora de fijar sus propios sueldos y los de sus concejales. Según el presupuesto consolidado de las entidades locales que recoge el Ministerio de Economía y Hacienda, en los dos peores años de la crisis los responsables locales dispararon esta partida –y, por lo tanto, sus retribuciones– hasta los 445 millones de euros, un 20,5% más que en 2007.
También sorprende que los pagos para hacer frente a las nóminas de otro tipo de personal sin justificar en los ayuntamientos ascendieran a 538,63 millones en 2009, un 17% más que cuando comenzó la peor crisis de los últimos cuarenta años. Si se suma a esta partida la de altos cargos y la de trabajadores eventuales, los consistorios desembolsan como mínimo 1.200 millones de euros al año, más de un 0,1% del PIB, a pagar nóminas de empleados que no tienen puesto fijo en la Administración.
El papel de las CCAA
Las autonomías también tienen gran parte de la culpa del despilfarro de los gastos de personal: los pagos del conjunto de las autonomías en esta partida ascendieron en 2009 a los 55.335 millones, un 15% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, las regiones no justifican cuál es el desglose de este epígrafe en los Presupuestos consolidados que aglutina el IGAE.
Las autonomías también tienen gran parte de la culpa del despilfarro de los gastos de personal: los pagos del conjunto de las autonomías en esta partida ascendieron en 2009 a los 55.335 millones, un 15% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, las regiones no justifican cuál es el desglose de este epígrafe en los Presupuestos consolidados que aglutina el IGAE.
Sin embargo, los datos sí que apuntan a que hay más contrataciones temporales en las CCAA. Según los últimos datos disponible en el Boletín Estadístico de Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, en julio de 2009 había 314.495 empleados públicos en las CCAA definidos como “otro personal”. En cambio, sólo seis meses antes había 307.931 en esta situación, un 2,1% menos.
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