lunes, 15 de octubre de 2012

La increíble y triste historia de la cándida …

El pasado viernes tuve la oportunidad de compartir con algunos compañeros de municipios de menos de 20 mil habitantes el análisis de algunas macromagnitudes de Contabilidad Nacional, coincidiendo con al presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado del próximo ejercicio (PPGG’13) y con la publicación del boletín estadístico del Banco de España del segundo trimestre de este año; gracias a la amable invitación de la Diputación de Zaragoza para impartir una clase sobre la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LGEPySF) en un curso de formación continua del programa descentralizado del INAP.
Hablamos de macroeconomía, de economía MACRO, de grandes AGREGADOS, y a todos ellos les debo tener hoy una mejor comprensión de nuestro pequeño, pero diverso, mundo local. En la página 24 del Libro Amarillo de los PPGG’13 se da la primera pista para cuantificar nuestro problema y su incidencia en el equilibrio de las cuentas públicas: la “Capacidad/Necesidad de financiación de las Administraciones Públicas”.
La ratio del subsector Entidades Locales representa un –0,4 % del PIB en 2011 y un –0,3 % en 2012, es decir, tan solo un insignificante 4,5 % del enorme problema al que se enfrentan los señores De Guindos y Montoro proviene de las Entidades Locales.
En la misma página se reseñan los objetivos de Deuda pública: 3,8 % del PIB para el conjunto del subsector Local para 2013-15: el 4,42 % del problema global de la Deuda Pública.
Pero, dada la magnitud de las medidas coercitivas que incorpora la LGEPySF (que llegan, incluso, a la disolución de los consistorios incumplidores), hay que desgranar la MACRO-magnitud de la DEUDA por tamaños y número de ayuntamientos. Resulta que, según el Banco de España (que me parece que aún no ha registrado los préstamos del Fondo de Financiación de Pagos a Proveedores, 9.263 millones de euros) la Deuda del subsector local a 30 de junio asciende a 36.306 millones, un insignificante 3,4 % del PIB.
Pero ¿a cuanto asciende la del Ayuntamiento de Madrid?
A 6.479 millones, el 0,61 del PIB.
Y la pregunta del millón: ¿quién autorizó que la deuda del Ayuntamiento de Madrid pasara de 1.445 millones en 2003 a los 7.314 del primer trimestre de 2010? El Ministerio de Hacienda, aprobando los Planes económico-financieros que en cumplimiento de la Ley 18/2001, General de Estabilidad Presupuestaria, elaboraba el Ayuntamiento de Madrid.
Si ese Ayuntamiento volviera a su deuda inicial de 1.500 millones (Barcelona está en 1.100), la deuda del conjunto del sector local, ya de por si poco preocupante, se reduciría al 2,9 % del PIB … ¡¡LOABLE!! Uno de los objetivos del Programa de Estabilidad y Crecimiento más que cumplido; eso sí, por las Entidades Locales, no por los demás.
Si esa parte de la Deuda del Ayuntamiento de Madrid la asumiera quien la autorizó, el Estado, la de la Administración General del Estado tan solo pasaría del 53,3 % del PIB al 53,8 % del PIB. Insignificante. Irrelevante en el mundo de las macromagnitudes: estamos hablando de tan solo la cuarta parte de las “necesidades de capital” de Bankia (24.743 millones de euros).
Sin embargo, hay un empeño en hacer pagar por ello, por el endeudamiento del Ayuntamiento de Madrid, a los 6.000 alcaldes y secretarios-interventores de municipios de menos de 5.000 habitantes.
6.000 entidades locales que presentan un Remanente de Tesorería para Gastos Generales, un equilibrio financiero, tras 4 años de crisis, en las liquidaciones presupuestarias de 2010, un Remanente de 888 millones de euros, un Ahorro Bruto de 629 millones, un Ahorro Neto de 428 millones y, eso sí, siguen invirtiendo, una “necesidad de financiación” de 40 millones, que espero y deseo que se haya podido financiar, valga la redundancia, con endeudamiento, ventas de terrenos o transferencias de capital y no con facturas en los cajones.
¿O serán esos 40 millones las últimas facturas de las obras del primer Plan E que el propio Gobierno exigía pagar en 30 días pero cuya liquidación final (de al menos el 30 por 100 de cada proyecto), la transferencia de capital, no llegó hasta el año siguiente? ¿Será ese el origen y única causa del único desequilibrio de las finanzas de 6.000 ayuntamientos?
Bonito titular: “La Autoridad Fiscal Independiente requiere a más de 6.000 ayuntamientos. Los “hombres de negro” exigen fuertes planes de ajuste para corregir el déficit creado por el retraso en las transferencias del Estado”.
Pero volvamos a lo positivo: Si sumamos todo ese Ahorro de los pequeños municipios durante 10 años casi se alcanzaría a saldar parte de la Deuda de Madrid, la que el Ministerio de Hacienda autorizó: cosas de la Macroeconomía, de las macromagnitudes.
6.000 entidades que gozan de salud financiera tras tres años de crisis, pero que son amenazadas con desproporcionadas medidas coercitivas si no cumplen desorbitados deberes de información, estabilidad y sostenibilidad, en desconocidos términos del “Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales”.
Nuevamente la realidad supera la ficción y nos transporta al tercer capítulo de Cien Años de Soledad, publicado en 1967.
Recordemos cuando Aureliano conoce, por veinte centavos, a una mulata de aspecto desamparado que “todavía la faltaban unos diez años de setenta hombres por noche, porque tenía que pagar además los gastos de viaje y alimentación de ambas y el sueldo de los indios que cargaban el mecedor” para liquidar su deuda por el fortuito incendio de la casa de su abuela.
Esa breve historia se desarrollaría hasta llegar a ser un entrañable cuento (del mismo García Márquez, por supuesto) que vio la luz en 1972, con el título: La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada.
40 años después la realidad de nuevo supera la ficción, y la desalmada abuela condena a 6.000 ayuntamientos durante 10 años, para pagar el incendio en la Casa de la Villa, incendio que ella misma permitió, en lo que parece la increíble y triste historia de la cándida Administración local.
 Fernando Alvarez

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