lunes, 5 de diciembre de 2011

Trabajar a diferente velocidad

Resulta muy ilustrativo el papel de los ayuntamientos en la organización de los procesos electorales. Para mí es un ejemplo de cuál es la administración más eficiente en la prestación de servicios básicos y esenciales a la sociedad, la que trabaja (está acostumbrada) a una velocidad diferente, da respuesta inmediata y también la que realiza sin protagonismo ni parafernalia.Los ayuntamientos son para las Juntas electorales de zona, lo que las Cortes generales para la Junta electoral central. Aunque las actuaciones que le atribuye la Ley Orgánica de Régimen electoral parezcan escasas (ser oídos en cuanto a los límites de las secciones electorales, sus locales y las mesas correspondientes, su señalización, exponer el censo electoral, tramitar las reclamaciones frente al mismo, la reserva de locales oficiales y lugares públicos para la realización gratuita de actos de campaña electoral y colocación de carteles y la celebración de los sorteos para la formación de las mesas electorales), en realidad son esenciales para el funcionamiento del sistema electoral, por ejemplo, la confección y notificación de la designación de los miembros de mesa, tras el sorteo que se celebra por los plenos y su firma por la JEZ, la realizan personalmente los ayuntamientos con la celeridad exigida de éste acto: 72 horas.
Nadie sabe que los empleados de la administración local, además de notificar en tiempo récord, son los que habilitan los colegios electorales; instalan y realizan el montaje de las urnas, cabinas, y mesas; verifican que no tengan barreras arquitectónicas; las proveen de los medios materiales;limpian y retiran todo el material electoral antes de que al día siguiente empiecen las clases; facilitan el voto de las personas con minusvalía; los que se preocupan de que se constituyan todas las mesas y no se tenga que suspender las elecciones, ni se produzcan interrupciones en la votación; los que asesoran y apoyan durante la jornada electoral, a través de los representantes de la administración, a los miembros designados; los que transmiten los datos de participación o informan de los resultados del escrutinio de las mesas directamente al gobierno, dando una imagen de transparencia y eficacia que es real entre otras funciones o que sean en fin los secretarios de los ayuntamientos los que realizan los pagos en metálico de las indemnizaciones correspondientes a los miembros de mesa, que es transferido a sus propias cuentas personales por el Estado, garantizando que sean recibidas antes del mediodía por los integrantes de las mismas y justificando su debida recepción.
Hoy quiero rendir homenaje a todos los que trabajan de forma efectiva para que se pueda votar con normalidad, los que ponen a punto la máquina, y en especial a esos funcionarios y secretarios de los ayuntamientos (que son delegados de la junta electoral de zona y actúan bajo la estricta dependencia de la misma) que dedican muchos días, antes y después de la jornada electoral, para garantizar el funcionamiento de la democracia, a aquellos que están en pie, desde la madrugada del domingo electoral a la madrugada del día siguiente, hasta que el último miembro de la última mesa electoral escrutada entregue perfectamente los sobres con la documentación a la Junta electoral para su escrutinio general.
Guillermo Lago

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