Una pequeña historieta tan real como la vida misma. Ya están aquí (casi) las vacaciones. Y al Secretario, a la sazón Interventor, Nicanor (S-I), le empiezan a entrar sudores, básicamente por dos razones: 1. Porque ve cómo inexorablemente la existencia en caja se va agotando y 2. Porque la temperatura ambiental en el mes de junio va ascendiendo sin pausa y ese aire acondicionado que por fin le pusieron hace seis o siete años con una ayuda de Presidencia, claro, no se atreve a conectarlo para que no suba más la cuenta eléctrica.Estos dos últimos meses ha participado en un cutre grandprix administrativo-financiero, sorteando troncos resbaladizos, esquivando a la pata coja bolas de colores que caen lateralmente y trepando por pendientes enjabonadas.
Y es que nuestro buen Nicanor tuvo que preparar la lista de los proveedores – acreedores antes del 15 de marzo, tuvo que echar horas estudiando y redactando un Plan de Ajuste previamente pergeñado en borrador en el duermevela nocturno que quién sabe si servirá para algo. Se estuvo peleando con aplicaciones informáticas ministeriales ad hoc y entre todos los disgustos, un día comunican que se aprueba el Plan, fumata blanca, qué bien, se le permitiría ir a un préstamo…gracias, gracias. Casi dos mil ayuntamientos no superan la prueba. Rápidamente, a celebrar un Pleno y aprobar la operación de préstamo en unas condiciones que nadie apenas sabía, porque nadie en Hacienda-MINHAP ni en el ICO lo quiso revelar a pesar de la insistencia y sucesivos correos para que alguien le comunicase si la póliza que se presentaba por el Banco Agraciado S.A. era correcta o no. Tras varias protestas que son como gritar en el Outback Australiano a los dingos, el Alcalde acaba firmando la póliza de préstamo en barbecho confiando en que la profesionalidad del Paráclito impedirá que la cosa vaya a peor..
En algún momento al S-I Nicanor se le queda entre cuenta y cuenta la mente en blanco y se pregunta… pero Dios mío ¿cómo hemos llegado a esto, si mi Ayuntamiento siempre había estado saneado, si nunca hemos tenido problemas económicos…? Siempre fuimos pobres, pero honrados, se decía, si el último año pagábamos a 19 días…
Y sí, es que el cáncer fue el Gobierno Autonómico. ¿Cómo no comprender al Alcalde cuando hace tres años aceptaba la subvención de su vida para hacer una estupenda instalación deportiva…? Hubiera sido como que un mendigo se negase a dormir gratis en el Hilton de Nueva York. Pero si fue el propio Gobierno Autonómico quien quiso otorgar esa subvención, parecía que le sobraba el dinero o que quería hacerse el simpático (o que quería ganar las elecciones, más probablemente). Una subvención a otorgar en tres anualidades que equivalía al importe de todos los recursos ordinarios municipales de un año. Pero ¿quién podía rechazar esto…? Bueno, pues con la subvención, unos pocos recursos ordinarios y un poquillo de préstamo al 2,75 %, todo solucionado. Y así, se termina la obra el año pasado y cuando el Gobierno Autonómico tiene que pagar la tercera anualidad (la final), todo se viene abajo, dicen que vaya vaya, verdes las han segado, que lo sienten mucho, que no hay dinero que donde digo digo digo diego y que sus den, que la cosa está muy malamente. El Titanic se hunde, primero las mujeres y los niños dice el Capitán mientras él es el primero que salta al bote de salvamento del barco. No corras, que es peor, decía el cojo a su colega cuando el león hambriento se abalanzaba sobre ellos. De nuevo nuestra Administración Superior (de lo bueno lo mejor, de lo mejor lo “Superior”) hace como el Capitán Araña, te embauca y se pira. El chapapote para el Ayuntamiento, tú verás cómo te las compones. Y se encuentra Nicanor con que todo lo que tenía que pagar a los proveedores se le queda en los cajones porque no le paga el Capitán Araña. Y cuando habitualmente estaba pagando a proveedores en un día a día normal en muy poco tiempo resulta que empieza a deber algunas facturas por seis meses. Y hala, a certificar deudas, Plan de Ajuste, préstamo y casi el 6 % de interés. El Capitán Araña, de rositas. Aquí no ha pasado nada -según ellos-. Sin darse cuenta que oiga, los acuerdos hay que respetarlos, no se meta en otras movidas ahora ya, no me subvencione ahora, pero respete lo convenido. Lealtad institucional, cooperación interadministrativa, buena fe, principios vacíos propios del gestor digodieguista.
Ese mismo Capitán Araña, que justo da una subvención para una competencia suya en Educación que el Ayuntamiento va a asumir y paga su parte de obra, que no llega al 25 % más de un año más tarde de haberse terminado la obra y puesto en marcha el servicio. Y que firma un convenio de funcionamiento para pago de profesores al 100 % y cuando no ha trascurrido aun un año lo rebaja al 80 %. Another autonomic brown my God.
¿Todo esto por qué? La crisis, el euro, la deuda y el sursum corda con ventanas a la calle.
Mientras tanto el S-I Nicanor presenta su declaración de IRPF y revisando papeles, se da cuenta de que está cobrando menos que en 2008 incluso con más trienios. A continuación pone la radio; en una tertulieta vespertina unos hablan de que han dado un estupendo préstamo a los bancos hispanos de cien mil millones de euros (a ver, pongamos ceros: josplas, 16.000.000.000.000 pts, o sea, 16 billones de pesetas, qué mareo entra. Otros dicen que no, que se trata de un rescate aunque nadie sabe muy bien qué es eso de un rescate o qué implica, sólo intuimos que los griegos, sobre todo éstos y los portugueses las están pasando canutas por haber sido rescatados. Ni se sabe a qué interés, a qué plazo dan el préstamo y lo que es peor, en qué condiciones, o sea, qué se va a exigir a cambio. Pero como Nicanor ya es perro viejo, barrunta que alguien va a insistir en que los funcionarios son un problema y va a sugerir que hay que bajar los sueldos otra vez. Ayer escuchó que el Gobierno quería eliminar los moscosos. Estupendo, para animar.
Ah, un par de detalles más acerca del maravilloso Plan que implementa el RDL 4/2012. En el préstamo que firma el Alcalde del Ayuntamiento donde trabaja el buen Nicanor hay una clausula que impone (no se ha pudo pactar ni una coma) que para amortizar anticipadamente, será necesario que al menos se haga por una cantidad que al menos represente el 40 % del principal. Cuando Nicanor quiere indagar por qué esa condición a todas luces abusiva, acude a la norma que regula las condiciones (Orden PRE/773/2012, de 16 de abril (BOE de 17 de abril) y se dice en la misma: “Sexta. Amortización de las operaciones. Las operaciones se concertarán con la flexibilidad necesaria para poder efectuar cancelaciones anticipadas”. Pues eso, bonita forma de entender que hay flexibilidad. Sólo derecho al pataleo. Segunda cosa. A pesar de haber seguido las instrucciones enviando un correo a Pagosduplicados.Facturas@minhap.es el 15 de mayo para evitar que se abonasen con cargo al préstamo facturas ya pagadas, es inútil. Finalmente varias empresas cobran dos veces. En MINHAP dicen oficiosamente que probablemente el buzón ministerial se atascó y se perdieron correos. En el ICO no saben-no contestan. Así que Nicanor, el mismo día que comunican que se ha pagado a quien no se debía monta en cólera y llama a diestro y siniestro, pero el ídem ya se ha producido y nadie sabe cómo desfacer el entuerto. Por lo tanto, con carácter inmediato empieza a requerir por escrito y verbalmente a las empresas que han cobrado dos veces para que reintegren lo cobrado indebidamente percibido. Algunas lo hacen con prontitud y con otras aun está esperando. Y luego, a ver si la entidad de crédito “deja” amortizar” aunque no se llegue al 40 %. ¿Ha sido adecuado el procedimiento seguido por MINHAP, ICO y Bancos…? Pues obviamente, no. Se ha montado un folletín verdaderamente notable cuando al menos hay 800 Ayuntamientos en condiciones parecidas. Y otros 2000 a los que no se les aprobó el Plan de Ajuste y se les da una nueva oportunidad.
Así que Nicanor encara el verano estupendamente, se añaden ahora los gastos extras del verano en sustituciones de personal, socorristas, fiestas, etc. Quizás se esté a punto de rodar una nueva versión del famoso film de Almodóvar cuyo remake va a ser “Secretarios al borde de un ataque de nervios”.
Y es que en un país así, ¿no nos merecemos que nos den un buen palo…?
Ignacio Pérez Sarrión
No hay comentarios:
Publicar un comentario